15 de April de 2004

Coleccionismo

¿Podría quedarme con este posavaso?

Estampillas y tapitas de crema para el café coleccionan muchos. Bettina Costa es también aficionada al coleccionismo. Ya posee, sin embargo, miles de posavasos – una colección casi profesional.

Texto: Martin Staub

Quien ingresa en www.coaster.ch queda bastante sorprendido: Con prolijo esmero, ordenados por país, se pueden visualizar, hasta el momento, 6.303 posavasos diferentes. Cifra que aumenta casi a diario. La argentina, que hace tres años llegó a Laufen para vivir con su pareja, Toni Scherrer, quiso imitar a los suizos aficionados al coleccionismo, y al cabo de una reunión deportiva, donde había sobre las mesas posavasos particularmente bonitos, tuvo la idea de comenzar a coleccionarlos. Y como a la laufnerin por opción y a su marido les gusta mucho viajar por todo el mundo y lo hacen con frecuencia, han acumulado ya una cantidad de material considerable. “En el lugar en donde estamos, visitamos restaurantes y bares, disfrutamos de la atmósfera y buscamos nuevos posavasos que aún faltan en nuestra colección”, dice Toni Scherrer, quien comparte totalmente la afición de su esposa. Hace dos años comenzaron juntos, casi sin conocimiento previo, a construir su sitio web. Cada posavaso es escaneado de ambos lados y ubicado en la sistemáticamente organizada homepage. Un trabajo que consume mucho tiempo. “Gracias a este sitio, ya hemos hecho intercambios con muchos coleccionistas y nuestra colección crece, de este modo, constantemente”, aclara Costa. El correo de Laufen llega a depositar en la puerta de casa, en el casco viejo de la ciudad, de uno a dos envíos semanales.

Así, la informática de profesión y el técnico de laboratorio, quienes trabajan ambos part-time, no tienen tiempo para aburrirse con este hobby. Clasificar, escanear, ingresar los posavasos en la base de datos, realizar los intercambios... Bettina Costa y Toni Scherrer están contentos con su colección. En el sitio web se pueden ver actualmente banderas de 129 países distintos. Basta con cliquear, por ejemplo, Uzbekistán, Alaska o Zimbabwe, y ya aparecen los raros ejemplares, presentados del anverso y del reverso. “Tenemos todavía trabajo para un tiempo”, dice satisfecho Scherrer, “ya que, por mínimo 2.000 posavasos esperan actualmente en el armario a ser publicados en www.coaster.ch, que ya es uno de los sitios web más completos de este tipo en todo el mundo”. No es su objetivo coleccionar cantidad sino calidad, agrega Costa, quien aparte, pinta con pasión y es además muy creativa, como lo demuestra el acabado minucioso de su casa de muñecas.